domingo, 25 de diciembre de 2011

La Hanuká



 El 25 de diciembre se celebra según la tradición cristiana la natividad de Jesús de Nazaret, en realidad dicha festividad cae ,casualmente, en las cercanías del solsticio de invierno, por una parte, y -no menos casualmente- juesto el día en el que se celebraban las saturnalias, en honor al dios Saturno, que era una deidad agraria, en definitiva, se celebraba, en origen un asunto puramente humano y se realizaba una acción de gracias.

Ni la Natividad ni la Saturnalia son las únicas fiestas que se celebran alrededor de estas fechas, cabe recordar, por ejemplo, otra celebtración en la que, tal día como el 25 de diciembre del 2011 se está inmerso en ella, se trata de la Hanuká, que es una festividad propia del judaísmo.

Los orígenes de la Hanuká 

La celebración de la Hanuká tiene dos orígenes el legendario y el real, el real -como casi todos los orígenes reales- es más prosáico y menos épico, es, en ese origen, una festividad más de carácter agrario que celebra el ciclo de renacimiento... de las cosechas, justo al comienzo del invierno y justo antes de que éste apriete. Las saturnalias celebran lo mismo -como se ha dicho- y la Navidad es solo la Saturnalia -más que la Hanuká- teñida de barniz cristiano -eso sí, persistente-.

Es posible, sin embargo, una interpretación a mitad de camino entre el origen prosáico y el épico. Durante la época de los hasmoneos o macabeos se utilizaron multitud de recursos de propaganda política, especialmente por los sectores más tradicionalistas entre los judíos -que fueron los que acabaron imponiéndose-, de hecho el libro de Daniel está relacionado con tal propaganda -se compone en esa época, no en la del exilio babilónico-. Así hay suficientes indicios que nos remiten a la celebración de una fiesta a la recogida de la cosecha de aceitunas y al prensado de las olivas para la obtención de aceite, fiesta que se celebraría justo cuando se celebra la Hanuká. 

Cuando los hasmoneos se hicieron con Jerusalén tuvieron que reconsagrar el Templo, bien, ¿por qué no aprovechar eso para sacralizar una fiesta ya existente? A todo el mundo le gustan las fiestas, así que, nadie haría ascos a la potenciación oficial de una, a fin de cuentas se alude a D_os aunque... se asocia a los macabeos con él, pero este pequeño detalla no iba a aguar la fiesta. Y no lo hizo, todo lo contrario, la Hanuká se ha convertido en una de las principales y más alegres festividades judías.

La Hanuká

Ahora vamos al origen "épico" y tradicional de la Hanuká, como se ha indicado se relaciona con las guerras entre judios tradicionalistas y judíos helenizados apoyados por los griegos seleucidas, cuando los primeros, dirigidos por Judas Macabeo, tomaron de nuevo Jerusalén incluyendo el Templo procedieron a reconsagrarlo -había dos motivos para eso en él se había sacrificado a Zeus por parte de los judíos helenizados y, después, se había sacrificado a... los judíos helenizados por parte de los macabeos-. 

Pero, necesitaban aceite para ello -tenían que ungirlo- y para encender la lámparas sagrada -la menorá, un candelabro de siete brazos, resulta que en toda la ciudad sólo hallaron aceite ritualmente puro para un día, pero, resulta también, que milagrosamente este aceite duró para ocho días de celebración por obra de D_os -¿a que nos suena esto un poco a otras multiplicaciones?-. 

Así que la Hanuká se llama también fiesta de las luces o de las lámparas. Esto último tiene un doble sentido si se acude a la mística judía, tanto el concepto de luz como de lámpara se interpreta como alegoría de lo divino, así en la sección 171 de la versión en español del Sepher ha-Bahir (Libro del Esplendor) se dice: "Hay una Sekinah Abajo y otra Sekinah Arriba. ¿Cual es?... se trata del resplandor que emana de la luz original de la Hokma (Sabiduría), la luz que rodea al Todo, tal como está escrito: Toda la Tierra está llena de su Gloria (Isaiah/Isaías 6.3)". En el Zohar puede encontrarse también la idea de la "Lámpara Sagrada" como alegoría de la deidad, digamos aquí se muestra el punto en el que el lenguaje debe recurrir a la metáfora para explicar una epistemología -o  en otras ocasiones una fenomenología-.

Celebración de la Hanuká

Se celebra durante ocho días y con un candelabro de ocho brazos -como el que puse en la imagen, o similar- con una vela que simboliza cada día del milagro, la fiesta es en el calendario hebreo el día 25 del mes Kislev, que coincide aproximadamente con las navidades, solo que va cambiando según el año -en cuanto a la cercania de tal coincidencia- porque el calendario judio no coincide con el cristiano o de la Era Común, haciendo la traslación para este año el día central de la Hanuká correspondió al día 21 de diciembre -día arriba día abajo, según se haga el cáculo se puede errar en uno-, así que el 21 de diciembre del 2011 corresponde al 25 Kislev del 5772 del calendario hebreo. Como la fiesta se celebra a partir del 25 Kislev -mes que en en ocasiones solo tiene 29 dias- se alarga hasta el 2 Tevet -normalmente- o el 3 Tevet -cuando Kislev cuenta con 29 días-, teniendo en cuenta que este año -2011 EC- empezó el 21 de diciembre estamos en plena Hanuká, la fiesta se celebra con regalos, dulces y comidas especiales ¿a que también recuerda a algo?

Hay quién enciende una vela cada día -a partir de la vela central del candelabro, que es algo especial porqué es la que sirve para coger el fuego para las restantes, esa vela se llama shamash, normalemente es la vela central, pero lo que importa es que su ubicación sea especial, a veces se encuentra en uno de los brazos laterales del candelabro, y es más alta o más baja que las restantes- y hay quién las enciende todas de golpe, todo depende de lo tradicional que se sea.

Feliz Hanuká y Shalom


Jorge Romero Gil


Bibliografía

Moshé de Léon: El Zohar, Ediciones Obelisco (en curso de publicación, publicados 11 volumenes entre 2001 y 2011), Barcelona
 
Satz, M. (edición y traducción), El libro de la Claridad,  Barcelona, 1985
 
Sahak Israel, Historia judía, religión judía, Antonio Machado Libros, Madrid, 2003 
 
 

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