VII.- La Geografía de las campañas de la guerra del 69
En el presente apartado se trataran los diferentes itinerarios y movimientos de los diferentes ejércitos de la guerra civil, igualmente se observaran los escenarios bélicos, la cartografía de las campañas y la cartografía de algunos hechos de armas.
El itinerario de Galba.
Una vez proclamada su rebelión contra Nerón, Galba, realiza una serie de movimientos primero dentro de la Tarraconense y, después, en dirección a Italia, cuando marcha hacia allí con sus tropas.
La denuncia del gobierno de Nerón se realiza, según indica Suetonio, en Cartagena: "presidía en Cartagena la asamblea provincial" (73), ahora bien, es evidente que desde allí Galba traslada su cuartel general a Clunium, donde se convoca a las tropas, y donde se procede también a la creación de la legión VII Gémina, es pues Clunium, tanto la base logística como el centro de operaciones donde se prepara la marcha hacia Italia.
Desde Clunium, con las tropas, Galba marcha hacia Roma atravesando la Tarraconense y, probablemente, la Narbonense, para, desde allí, entrar en Italia.
Una posible ruta de este itinerario -desde Clunium- sería la que saliendo de Clunium pasa por las ciudades de Uxama, Numantia, Turiaso, Allabone, Caesar Augusta, Ilerda, Barcino y Gerunda, introduciendose en la Narbonense y pasando por Narbo Martius, Bacterrae, Nemausus, Forum Iuli, entrando ya en Italia y dirigiéndose a Roma, ya sea por la Vía Aurelia siguiendo la costa, ya sea por la Vía Cassia o la Vía Clodia por el interior. En cualquier caso su paso por Hispania y las Galias no fue demasiado tranquilo, en la medida que Suetonio indica que, antes de llegar a Roma le precedía "la fama de avaricioso y de cruel a causa de los grandes tributos que había impuesto en las Españas y en las Galias a las ciudades morosas en declararse a su favor; por haber incluso castigado a algunas, destruyendo sus murallas; por haber hecho ejecutar por el verdugo a sus jefes civiles y militares, con sus esposas e hijos" (74).
Además, el anterior fragmento, indica también que durante ese itinerario Galba va tomando medidas punitivas contra quienes son remisos -o lo fueron- en apoyarle, así el paso de su ejército -por su propia provincia y por la Galia- va acompañado también de una serie de represalias selectivas -que van desde el aumento de impuestos, hasta medidas más ofensivas como es la destrucción del pomerium, llegando incluso a la ejecución de magistrados- que pretenden someter a unos y garantizar la lealtad de otros.
Los movimientos de Otón.
En la guerra entre Otón y Vitelio, se pueden distinguir diferentes movimientos por parte de las fuerzas otonianas; básicamente éstas tratan de aislar en el norte de Italia, una vez que no han sido lo suficientemente rápidas como para interceptarlos en la Galia -que era el plan de campaña establecido-, a las tropas de Vitelio -encabezadas primero por Cécina y a las que se une Valente posteriormente-; la estrategia consiste entonces en atacar la Narbonense por mar -con la flota-, acción que de haber tenido un resultado más claro para los otonianos hubiese podido significar el control de la Narbonense y, por tanto cortar esa vía de comunicación a los vitelianos en Italia; hacer llegar a Italia a las fuerzas de Iliria que apoyan a Otón, que además de atacar por otro flanco a los vitelianos se unirían a las fuerzas pretorianas que avanzan hacia el valle del Po desde Roma, éstas avanzan rápidamente en dirección Norte para atacar cuanto antes a los vitelianos; igualmente se cuenta, en principio, con el apoyo del Nórico -cuyo gobernador recluta refuerzos-, relativamente cercano al teatro de operaciones.
Las fuerzas pretorianas alcanzan velozmente Piacenza (Placentia), también en la zona de Cremona y Ticino se mueven fuerzas otonianas -interceptadas por Cécina-, lo que configura rápidamente a la zona situada entre Bedríaco, Brixellum, Cremona, Piacenza y Ticino -de hecho, la zona media del Po- el principal teatro de operaciones de los ejércitos; con lo que el grueso de los ejércitos de Iliria -que se encuentran en Aquileia- quedan fuera de este marco principal, Será aquí, pues, donde se desarrollaran la totalidad de las operaciones bélicas principales -de hecho las decisivas- de la "guerra otoniana", el ejército otoniano establece su cuartel general en un campamento fortificado situado a cuatro millas de Bedríaco, del cual se retirara Otón hacia la cercana Brixellum (pero que queda en la retaguardia) y al que se dirigira Espurinna con refuerzos desde Piacenza; el choque definitivo entre los ejércitos otonianos se produce en las cercanías de Bedríaco cunado las tropas de Otón se dirigían hacia la confluencia de los ríos Po y Adua (a 16 millas de Bedríaco) y son interceptadas por las fuerzas de Valente y Cécina, consiguiendo la victoria los vitelianos.
Los movimientos de Vitelio.
Tras iniciar su sublevación contra Galba, que después de transforma en guerra contra Otón, las tropas de Vitelio se ponen en marcha desde Germania para avanzar sobre Italia, de hecho, en eso consiste la línea estratégica de los viteliano: caer cuanto antes sobre Italia y evitar una guerra de desgaste en la que, en principio, tenía ventaja Otón. Esencialmente se siguen dos rutas diferentes (tres si se tiene en cuenta la del propio Vitelio en la retaguardia): la seguida por Cécina y la seguida por Valente.
Cécina marcha con sus fuerzas a través de la Germania Superior, cruzando Helvecia (dentro de la anterior provincia), donde tienen algún encuentro, para entrar por Italia por los Alpes Peninos (el paso del Gran San Bernardo) y alcanzar el valle del Po cuyas fuerzas se habían declarado a favor de Vitelio; una vez allí las fuerzas de Cécina se mueven por la zona media del Po donde tienen varios encuentros con los otonianos, algunos favorables -como la captura de tropas enemigas cerca de Cremona o entre Piacenza y Ticino- pero en su mayoría resultan un fracaso -los principales son el fallido intento de tomar Piacenza y el fracaso de la emboscada a los otonianos a 12 millas de Cremona-, tras lo cual Cécina se retira a Cremona en espera de Valente.
La ruta de Valente -que debe entrar en Italia por los Alpes Cotianos, entre el Delfinado y el Piamonte-, que parte con las tropas de la Germania Inferior, le lleva por el territorio de los tréviros (en el límite entre las provincias de Germania Inferior y la Bélgica), de allí se dirige a Divodurum (actual Metz) que es saqueada por sus tropas, se pasa por el territorio de los lingones (en la Lugdunense) y el de los eduos (en la actual Borgoña) y, siguiendo el curso del Rhodanus por la Vía paralela al mismo, se llega a Lugdunum (donde se encontraban la legión Italica y el ala Tauriana de caballería, allí deja Valente una cohorte de la XVIII legión), es desde Lugdunum desde donde se envían fuerzas para enfrentarse a la flota otoniana que amenazaba la Narbonense -parte de éstos refuerzos quedaran en Fréjus (en la costa de la Galia Narbonense), el resto de l contingente que se enfrenta a la flota otoniana se retira a Antibes- después se marcha a Vienna (que apenas evita el saqueo), para dirigirse desde allí al territorio de los alóbroges y los voconcios (en el actual Delfinado), pasando por Lucus (actual Luc-en-Diois) en el territorio de los voconcios y desde allí alcanzando ya los Alpes, desde donde se pasa a Italia, llegando a Ticino para avanzar sobre Cremona y unirse a las fuerzas de Cécina que se encontraban en esa ciudad -tras los reveses que sufrierón ante los otonianos-.
Desde Cremona las fuerzas de los vitelianos salen al paso de los otonianos y los derrotan en las cercanías de Bedriacum.
Por su parte, la ruta que sigue Vitelio por la retaguardia le lleva a través de la Germania Superior y Helvecia -él decide el castigo a infligir a los helvecios que se habían opuesto a Cécina-, de allí marcha por la Galia hasta Lugdunum, desde donde se dirige a Italia llegando a Cremona, atravesando Bedriacum -donde contempla el campo de batalla- y se dirige después a Bolonia -seguramente por la Vía Emilia-, siguiendo hacia Roma donde entra atravesando el Puente Milvio.
Por lo que se refiere a la campaña de Vitelio contra Vespasiano, ésta sigue los parámetros de la anterior guerra en Italia, pero, en esta ocasión el ejército que se mueve por la península de sur a norte es el viteliano, mientras las fuerzas flavianas entran en Italia procedentes de Panonia y Dalmacia -siguiendo el curso de acción que debían haber realizado éstos mismos ejércitos cuando luchaban en favor de Otón-; igual que en la campaña anterior, el teatro principal de operaciones es la zona media del valle del Po.
Las fuerzas vitelianas, al mando de Cécina, avanzan hacia el norte, dividiéndose en dos columnas, una de las cuales se dirige a Cremona y la otra a Hostilia (Ostiglia) donde instalan un campo fortificado (cerca de Ostiglia); tras el intento de defección -fracasado- de Cécina el ejército viteliano sale de Hostilia y se dirige a Cremona -donde estaban refugiadas las otras fuerzas vitelianas, ya derrotadas- siendo interceptados por los flavianos y vencidos -como ya se ha indicado en anteriores apartados-, perdiendo Cremona también que es saqueada por los flavianos. Se puede hacer notar, que, todas las operaciones de los vitelianos en Italia, tanto contra Otón como contra Vespasiano, tienen su centro de operaciones en Cremona, esta ciudad, aparece -en cierta medida- como la llave del valle medio del Po y del camino hacia Roma. Además, como igualmente se ha indicado más arriba, lo esencial de ambas campañas se dirime en esta zona de Italia, la diferencia es que si antes los vitelianos eran los que presionaban por entrar en la parte central de la península desde la Italia Traspadana (regio XI), ahor son los flavianos desde Venetia (la regio X) los que lo hacen, en ambos casos la posesión de la Aemilia (regio VIII) es clave para cortar el paso a los ejércitos invasores o bien para acceder a la Italia central y desde allí llegar hasta Roma. Es preciso indicar que, siempre el ejército vencedor en la lucha por la posesión de la Aemilia acaba siendo el vencedor en la guerra; también es preciso decir que, si esto es así, lo es porque ambas guerras acaban decidiéndose en base a lo que podría denominarse "campañas relampago", es decir una guerra de movimientos rápidos y choques decisivos, en la cual, controlar una posición o una región determinada de gran importancia táctica -y estratégica en ese momento- puede resultar más decisivo que la posesión de zonas con importantes recursos -que serían decisivos a la hora de una guerra de desgaste-, haciendo innecesaria una línea de "guerra larga", y la estrategia que la acompaña.
El resto de los movimientos vitelianos en la guerra contra Vespasiano, se limita a un intento de los vitelianos de rehacer sus fuerzas y controlando el Apenino impedir el acceso de los flavianos a Roma -de hecho, el envió de algunas tropas vitelianas a Ariminum (Rímini) no cuenta, ni táctica ni estratégicamente, prácticamente para nada-. El establecimiento de un cuartel general viteliano en Meuania (Bevagna), localidad de Umbría atravesada por la Vía Flaminia, dura poco tiempo y el centro de operaciones viteliano se traslada a Narnia (Narni), manteniendo una posición avanzada en Interamna (Terni), la caída de ésta señala la rendición de Narnia donde el grueso de las tropas vitelianas se rinden sin combatir a los flavianos, que tras avanzar sobre Roma derrotan a las fuerzas vitelianas que quedaban en la capital.
Un último movimiento de tropas vitelianas se había realizado en Campania, hacia donde se habían enviado tropas desde Roma al mando de Lucio Vitelio para aplastar una defección de ex-vitelianos que se habían hecho fuertes en Terracina, pero este hecho apenas tiene importancia y muestra, que en realidad, en los momentos finales de la guerra, Vitelio apenas controlaba el área de Roma y sus alrededores y precisa enviar fuerzas desde allí para poder someter una zona tan próxima como Campania.
Lo cierto es que, como se ha dicho más arriba, con la caída del valle medio del Po -y dado el tipo de "guerra rápida" que se práctica- las posibilidades de Vitelio -hiciesen sus fuerzas el movimiento que hiciesen- de conseguir ganar o alargar la guerra eran mínimas, y, prácticamente, la pérdida de Cremona significó la pérdida de la guerra.
La estrategia de Vespasiano.
Los movimientos y preparativos de Vespasiano indican, sin lugar a dudas, que éste preparaba una guerra a gran escala y de desgaste -no se planteaba, en principio, una rápida invasión de Italia-, intenta movilizar los recursos y las provincias de que dispones, en una línea estrategica que incluye el bloqueo del enemigo -al que sí se pretende aislar en Italia- y la rendición de éste poco menos que por hambre; es por ello que Vespasiano envia a Muciano a Italia sin excesivas prisas y acopiando recursos por el camino -concentrando la flota del Ponto en Bizancio, enviando cartas a otros ejércitos y pensando en la posibilidad de instalar su base en Durazzo-, mientras el mismo Vespasiano prepara una campaña contra África (viteliana) que considera prioritaría, en la línea de asfixiar por hambre a Roma, ya que África -tras Egipto- es el segundo granero de Italia.
Toda esta línea estratégica queda anulada por la acción de las fuerzas flavianas de Iliria (los ejércitos de Panonia, Dalmacia y Mesia), que inician una "guerra relámpago" contra Italia -a iniciativa de Antonio Primo-. Los movimientos de estas tropas consisten en, tras salir de su base en Pettau, entrar rápidamente en Italia por Aquileia (asegurandose también el apoyo del Nórico al que se envian refuerzos, para cubrirse el flanco), instalar una guarnición en Altinum (Altino) y dirigirse hacia Patavium (Padua) y Ateste (Este) -que se habían pasado al bando flaviano-, todo este itinerario se realiza siguiendo el ejército la Vía Annia; de momemto la base de las operaciones de los flavianos se instala en Patavium donde llegan al poco tiempo refuerzos, marchando sobre Vicetia (Vicenza) y de allí, por la Vía Postumia, a Verona -que al igual que Patvium y Aeste se habían pronunciado por Vespasiano-; convirtiéndose Verona en la nueva base principal de los flavianos. Con estos movimientos se consigue controlar, prácticamente, toda la Venetia (la regio X), igualmente, el avance en dirección a Cremona por la Vía Postumia es bastante claro.
Desde Verona el ejército flaviano se pone en marcha nuevamente -siguiendo la Vía Postumia- en dirección a Cremona para, a la altura de Bedriacum, levantar un campamento fortificado, éste sera el centro de operaciones desde el que se atacara a los vitelianos en Cremona y después -tras derrotarlos- al resto de las fuerzas vitelianas que avanzaban Hostilia (Ostiglia) en socorro de Cremona, produciendose la segunda batalla de Bedriacum y la que será la decisiva derrota de los vitelianos; al instalar su campamento en Bedriacum las fuerzas flavianas habían cortado -de hecho- las comunicaciones entre las dos fuerzas principales de los vitelianos (las de Cremona a un lado, las de Hostilia al otro), es por ello, en parte, que pudieron enfrentarse separadamente a cada una de ellas y derrotarlas también por separado. Tras esta batalla se toma el campo fortificado de los vitelianos en Verona y, después, se toma la propia ciudad que es saqueada.
A partir de allí, los movimientos de los flavianos no son otra cosa que un continuo avance hacia Roma; se ocupa la Aemilia (regio VIII) y se envían algunas tropas que rodean a la guarnición viteliana de Ariminum (Rímini), ocupándose al mismo tiempo los llanos de Umbría (regio VI) y parte de la del Picenum (regio V), donde llegan a Fanum Fortunae (Fano) refuerzos flavianos por mar (con unidades de la flota de Ravenna; tras estas acciones y preparativos se buscan pasos por los que cruzar el Apenino, tras cruzar éste se instala un campamento en Cársulas (Umbría) y desde allí se avanza hacia Interamna (Terni) -posición avanzada de los vitelianos- y de allía a Narnia (Narni) -donde se rinde el grueso de las fuerzas vitelianas-. Desde Narnia se marcha hacia Roma, por un lado avanzan fuerzas por la región sabina y la Vía Salaria -que son detenidas, brevemente, por los vitelianos a la altura de Fidenas, a 10 km de Roma, en el Lacio-, por otro lado el grueso del ejército flaviano avanza por la Vía Flaminia hasta Rocas Rojas (13 km al norte de Roma) y desde allí hasta el Puente Milvio, finalmente se entra en Roma por tres lugares distintos: la Vía Flaminia, la ribera del Tíber y la Vía Salaria, tras derrotar a los vitelianos se toma la ciudad y se captura y ejecuta a Vitelio.
El último movimiento del ejército flaviano en esta guerra en Italia, consiste en el envio de fuerzas desde Roma a la Campania para ocuparla militarmente (ya que había sido la última zona en manos de los vitelianos) y la instalación en Capua de la III legión.
La planificada estrategia de Vespasiano, una guerra lenta y de desgaste, se ve anulada por la acción del ejército de Iliria que, por su cuenta y haciendo caso omiso de las ordenes del mando de Vespasiano, emprende una guerra relámpago sobre Italia que, finalmente, gracias -en parte- al factor sorpresa y gracias -en parte- a situaciones inesperadas pero favorables (la enfermedad de Valente o la defección de Cécina) pero, también, gracias a un oportuno sentido táctico de los legados flavianos (en especial de Antonio Primo) obtiene la victoria en la campaña de Italia, que se convierte en la victoria de la guerra, para Vespasiano.
Los escenarios bélicos.
Sin lugar a dudas, el escenario bélico por excelencia -y en el que se deciden todas las guerras- de la serie de conflictos que estallan en el año 69 es Italia, y dentro de Italia el valle medio del Po; hacia allí -ya sea planificadamente por el mando central, ya sea improvisadamente por la acción de algunos legados- confluyen todos los ejércitos y allí se deciden las guerras y el trono. Las zonas de la península más afectadas por los conflictos son, claramente, las del norte -especialmente la línea fronteriza entre la Aemilia y la Venetia, no tanto la Transpadana- y muy en especial las ciudades de Cremona (la gran víctima de esta guerra civil) y Bedriacum (escenario de las dos batallas decisivas de la guerra). El resto de Italia solo es, principalmente, afectada en la medida en que la afecten los itinerarios escogidos por los ejércitos vencedores en su marcha hacia Roma -con la excepción de Campania, que se ve envuelta en conflictos colaterales de la guerra entre Vitelio y Vespasiano-.
Como escenarios secundarios, cabe citar, en primer lugar las dos Germanias y la Galia -especialmente la Lugdunense y la Narbonense-, desde Germania se ponen en marcha las tropas que apoyan a Vitelio contra Otón y en su marcha hacia Italia protagonizan algunas acciones -como la de Cécina contra los helvecios, o en la que se ven envueltas parte de las fuerzas de Valente en la Narbonense contra la flota de Otón-. También Panonia ocupa un cierto lugar ya que desde allí parten las tropas de Vespasiano hacia Italia que también marcharon antes en apoyo de Otón, la Retia y el Nórico ocupan un plano más estratégico que de lucha efectiva, pues todos los contendientes -cuando se dirigen a Italia- procuran o guardarse las espaldas de ellos o tenerlos a su favor.
Fuera de éstos "escenarios secundarios" y en un plano más colateral, aparecen otros movimientos de tropas en otros lugares, dentro de éstos se pueden situar el envío de legiones a la costa de Hispania por Cluvio Rufo temiendo un ataque desde Mauritania (que era otoniana); en el mismo contexto se pueden situar los preparativos de Vespasiano en Alejandría para emprender una campaña por tierra contra África (viteliana) y su bloqueo por mar contra Roma; e incluso la acción de Muciano al situar una base de operaciones en Bizancio.
Jorge Romero Gil
Bibliografía
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Notas
(73) Suetonio Tranquilo, Cayo, Los doce césares, Servio Sulpicio Galba, IX, Ed. Iberia, Barcelona, 1986, pág. 266.
(74) ibidem, pág. 268.
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