El sector palatino o Gran Palacio de Constantinopla, comenzó a configurarse bajo Constantino I, sus sucesores fueron añadiendo otros recintos hasta que, en el siglo X, ocupó la zona que se extiende entre el hipódromo y el mar por un lado y Hagia Sofía y el final del Sefendón por otro, este espacio ocupaba una superficie de 400.000 metros cuadrado.
El sector palatino de Constantinopla
Dentro de esta superficie se incluían patios, jardines, calles y escalinatas, numerosas iglesias y capillas, cuarteles y depósitos de armas, factorías textiles y talleres de artesanos, salones para audiencias y dependencias para los oficiales de la corte, y, por último, los propios palacios de los emperadores (cambiados, modificados y reconstruidos con frecuencia.
El espacio palaciego no sólo fue la sede desde la que se gobernaba el Imperio sino, también, un medio de propaganda en sí mismo; en ese sentido, cabe citar los informes del enviado del emperador germánico Otón a Constantinopla, Luitprando de Cremona, que aparecen llenos de una apenas reprimida admiración por las glorias impresionantes de la corte romano oriental; es, por lo tanto, un espacio que tiene un valor simbólico, representa, físicamente, la gloria y el esplendor, el poderío del “renovado Imperio” que quiso establecer Justiniano.
El valor simbólico y propagandístico de un espacio
En cierta medida, esta utilización propagandística del espacio se inscribe dentro de una línea barroquizante, que tiene sus orígenes en el Alto Imperio, allí ya se juega con la monumentalidad de los espacios públicos, esencialmente con el espacio del forum y en la capital, naturalmente, del Palacio Imperial; a través de esos espacios se emite un mensaje, así, desde la dinastía Flavia, el espacio del forum (el espacio público central de las ciudades) sufre toda una remodelación urbanística, el nuevo mensaje transmite la exaltación de la majestad imperial y el triunfo de su culto, para eso se emplean los recursos de la arquitectura, para crear un espacio -un ambiente- que refleje las características de la “grandeza” imperial, del poder imperial. La transformación del forum -y de su mensaje- refleja la transformación que se quiere dar al corazón, al núcleo de la vida, de la ciudad.
El Hipódromo de Constantinopla
El Hipódromo se extendía a lo largo de casi 500 metros, el Hipódromo de Septimio Severo -al que correspondería la infraestructura y el espacio curvo (Sefendon)-fue ampliado y renovado bajo Constantino; el diseño del Hipódromo era convencional: aparecen filas de asientos dispuestos en orquilla, la arena aparece dividida por la Spina donde se apoyan una numerosa colección de estatuas -entre las que se puede contar la columna de bronce de Delfos, decorada con tres serpientes entrelazadas-, obeliscos y diferentes construcciones; en el centro del ala sudoriental se encontraba situada la Kathisma (el Palco Imperial).
Además de las carreras se realizarón en el Hipódromo algunas ceremonias relevantes, como las que relata el Chronicon Paschale o los historiadores Asiquio y Zonaras y que tienenlugar durante la solemne inauguración de Constantinopla el 11 de Mayo del 330, el Chronicon Paschale dice, respecto al Hipódromo, que Constantino “Mando hacer otra estatua de sí mismo en madera sobredorada, sosteniendo en su mano derecha la Tyche de esta ciudad, tambieén dorada, y decretó que el día de los juegos de cumpleaños, esta estatua de madera debería introducirse bajo escolta de soldados vistiendo mantos y botas, sosteniendo cirios blancos y que el carro debería rodear la meta superios y llegar al Stama, delante de la logia imperial, y que el emperador reinante debería levantarse y prestar homenaje a la estatua del emperador Constantino y a la Tyche de la ciudad”; todo lo anterior muestra claramente como el emperador no sólo reconoce la importancia política del espacio circense -como espacio del demos- sino como además trata de apropiarse del mismo, de “fundirse” con él, de hecho, serán numerosos los emperadores que eregiran monumentos propagandísticos en la Spina del hipódromo (obelisco de Teodosio, obelisco de Constantino VII Porfirogéneta), en los que la imagen del emperador semper victus aparece intencionadamente asociada a la imagen del auriga victorioso en las carreras. La Tyche -representación de la ciudad, reproducida frecuentemente en marfiles- aparecerá durante mucho tiempo sosteniendo una cornucopia que simboliza la prosperidad de la ciudad.
Constantino fue el primero que comunicó directamente el Palacio Imperial con la Kathisma.
Jorge Romero Gil
Bibiografía
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