Los cuentos de Dodgson tienen dos vertientes, por una parte pueden ser seguidos como cuentos infantiles y, de hecho, buena parte de su público es infantil y a ese público iba dirigida su obra.
Pero, Dodgson, lo que no hace en ningún momento es considerar a su público infantil "naiff", inocente con esa inocencia que no se asombra excesivamente de los asombroso sí, pero "infantiloide" no, por el contrario lo entiende sensato, con notable sentido común, y hasta con capacidad de abstracción suficiente como para enfrentar las paradojas -más que acertijos- encriptadas que constantemente plantan en sus diálogos los personajes de esos mundos extraordinarios.
Los aspectos no infantiles en la literatura de Lewis Carroll
Por otra parte tenemos la otra vertiente, la que no es nada infantil, la que Dodgson experimenta a partir de sus cuentos, experimentación que es consciente y meditada, como nos revelan las declaraciones de Alicia Rikes sobre como surgió la idea de colocar su reino de ajedrez justo al otro lado del espejo, lo que le permitía la inversión total que imperaba, junto a ciertas reglas del ajedrez, en ese su segundo reino de fantasía, y si nos fijamos ambos reinos de Alicia son reinos de juegos... nada infantiles: un reino de naipes, otro de ajedrez. No son precisamente ni casas de muñecas ni ejércitos de soldaditos de plomo, por citar dos juguetes propios de los niños de cierta posición de la época.
Por otra parte tenemos la otra vertiente, la que no es nada infantil, la que Dodgson experimenta a partir de sus cuentos, experimentación que es consciente y meditada, como nos revelan las declaraciones de Alicia Rikes sobre como surgió la idea de colocar su reino de ajedrez justo al otro lado del espejo, lo que le permitía la inversión total que imperaba, junto a ciertas reglas del ajedrez, en ese su segundo reino de fantasía, y si nos fijamos ambos reinos de Alicia son reinos de juegos... nada infantiles: un reino de naipes, otro de ajedrez. No son precisamente ni casas de muñecas ni ejércitos de soldaditos de plomo, por citar dos juguetes propios de los niños de cierta posición de la época.
La lógica carrolliana y los koan
Los elementos de lógica formal que se convierten en "antilógica", en paradojas tales que precisan "iluminación" para su resolución -pues en general la tienen y, cuando no la tiene, se escapan a lo onírico...que es el otro gran elemento de Carroll y su otro gran campo de "buceo"- nos recuerda a los koan, que son planteamientos zen que muchas veces caen en lo paradójico –aunque la paradoja no sea su objetivo-. La finalidad de un koan es "impactar" en el oyente y mediante ese "impacto" darle elementos para resolver un problema aparentemente irresoluble -a veces también incluyen enseñanzas entonces son mondo/koan, pero...muchas paradojas de Dodgson también conllevan esas enseñanzas...-. Aunque, en realidad, un “koan puro” no tiene por pretensión ser resuelto sino “sentido”, es hacia la capacidad sensorial hacia lo que se apunta, pero ese es otro tema.
Un koan típico y puro es una corta y aparentemente sencilla pregunta ¿qué es "mu"? La respuesta parece tener varias opciones, porque "mu" es el nombre de una letra china, también es la onomatopeya del mugir de una vaca, y también significa "no", "Mu" tiene no solo esas vertientes sino más, entre otras... una relación de tiempo, de paradoja y de aparente absurdo, justo eso une ese ejemplo con lo que se desarrolla en una parte del episodio del te con el Sombrerero.
No quiero decir que Dodgson tuviese contacto con el budismo zen -la verdad es que lo ignoro y no recuerdo nada en su biografía que lo indique o mencione-, pero sucede que, como dicen Jung y Campbell, hay cosas que son universales, forman parte de un inconsciente colectivo. Dodgson, como ya se ha dicho, era profesor de lógica y... .bastante bueno, esa lógica le llevaba, además a enlazar con el pensamiento griego, y, en el fondo y "rascando" formas los planteamientos de la filosofía griega... no andan muy lejos de los de Gautama y las diferentes variantes del budismo -¡ojo!, digo budismo, no confundir con la multitud de charlataneria New Age que abunda en Occidente-.
Otro koan que podría plantear cualquier personaje de los mundos de Dodgson ¿Como aplaudir con una mano? Yo tengo una respuesta, pero... seguramente hay varias, esa es una de las grandezas de los koan -y de Dodgson- que las cosas no son lo que parecen y que, además, pueden ser... muchas cosas a la vez -no "en lugar de" sino "a la vez" y eso nos llevaría a derivadas tal vez más complicadas, porque nos podría llevar a estados cuánticos y a gatos, sea al de Cheshire sea al Schrödinger-. También pueden ser otra cosa: una sencilla y humilde sensación.
Los elementos de lógica formal que se convierten en "antilógica", en paradojas tales que precisan "iluminación" para su resolución -pues en general la tienen y, cuando no la tiene, se escapan a lo onírico...que es el otro gran elemento de Carroll y su otro gran campo de "buceo"- nos recuerda a los koan, que son planteamientos zen que muchas veces caen en lo paradójico –aunque la paradoja no sea su objetivo-. La finalidad de un koan es "impactar" en el oyente y mediante ese "impacto" darle elementos para resolver un problema aparentemente irresoluble -a veces también incluyen enseñanzas entonces son mondo/koan, pero...muchas paradojas de Dodgson también conllevan esas enseñanzas...-. Aunque, en realidad, un “koan puro” no tiene por pretensión ser resuelto sino “sentido”, es hacia la capacidad sensorial hacia lo que se apunta, pero ese es otro tema.
Un koan típico y puro es una corta y aparentemente sencilla pregunta ¿qué es "mu"? La respuesta parece tener varias opciones, porque "mu" es el nombre de una letra china, también es la onomatopeya del mugir de una vaca, y también significa "no", "Mu" tiene no solo esas vertientes sino más, entre otras... una relación de tiempo, de paradoja y de aparente absurdo, justo eso une ese ejemplo con lo que se desarrolla en una parte del episodio del te con el Sombrerero.
No quiero decir que Dodgson tuviese contacto con el budismo zen -la verdad es que lo ignoro y no recuerdo nada en su biografía que lo indique o mencione-, pero sucede que, como dicen Jung y Campbell, hay cosas que son universales, forman parte de un inconsciente colectivo. Dodgson, como ya se ha dicho, era profesor de lógica y... .bastante bueno, esa lógica le llevaba, además a enlazar con el pensamiento griego, y, en el fondo y "rascando" formas los planteamientos de la filosofía griega... no andan muy lejos de los de Gautama y las diferentes variantes del budismo -¡ojo!, digo budismo, no confundir con la multitud de charlataneria New Age que abunda en Occidente-.
Otro koan que podría plantear cualquier personaje de los mundos de Dodgson ¿Como aplaudir con una mano? Yo tengo una respuesta, pero... seguramente hay varias, esa es una de las grandezas de los koan -y de Dodgson- que las cosas no son lo que parecen y que, además, pueden ser... muchas cosas a la vez -no "en lugar de" sino "a la vez" y eso nos llevaría a derivadas tal vez más complicadas, porque nos podría llevar a estados cuánticos y a gatos, sea al de Cheshire sea al Schrödinger-. También pueden ser otra cosa: una sencilla y humilde sensación.
Jorge Romero Gil
Bibliografía
Carroll, L., Alicia en el País de las Maravillas y A través del Espejo, Ediciones Cátedra, Madrid, 1999
Carroll, L., Alicia en el País de las Maravillas, Edimat Libros, Madrid, 1998
Mumon, Mumonkan, La Entrada sin Puerta
¿Sabes que me han llegado a obsesionar los koan? José Ángel Valente creó un puñado de ellos muy buenos.
ResponderEliminarLos koan adecuados en una meditación pueden ser un interesante traba mental, para familiarizarse con el pensamiento abstracto y potenciar la creatividad.
ResponderEliminarFe de errata: Trabajo mental no traba, perdon.
ResponderEliminarHola Candela,
ResponderEliminarEn otro lugar sostuve un largo debate -cosa que no me molesta, me gusta debatir y la dialéctica- sobre si los koan tenían alguna naturaleza o no -ya ves, casi una discusión nicena o bizantina-. Mi interlocutor afirmaba que no tenían ninguna y que un maestro zen cuando planteaba un koan no planteaba ningún mensaje sino un medio para que su discípulo experimentase sensaciones.
Sin negar eso lo que yo sostenía es que una vez formulado el koan... ya es un mensaje, aunque no se quiera ya se ha efectuado una comunicación, digamos que ya se ha entrado en la semántica, eso con independencia de la voluntad del maestro zen y de la de su discípulo. A partir de ahí entiendo que adquiere naturaleza -el koan- y que ésta se enlaza con la paradoja. Por eso digo que los koan son -no necesariamente de forma exclusiva- "paradojas zen", lo cual tal vez sea poco ortodoxo y pueda ser negado por algún purista.
Claro que yo también contemplo lo zen dentro del budismo y, por ejemplo, mi interlocutor decía ser zen pero no budista -cosa que no acabo de entender-.
Y sí, un koan puede ser obsesivo, creo que la clave para abordarlos está, precisamente, en no obsesionarse, justamente eso también es paradójico, puesto que el koan se plantea... para que el díscípulo -teóricamente- de una respuesta ¿como dar respuesta sin dar vueltas al tema? Una posible respuesta es sentir el koan no querer explicarlo, pero... creo que hay varias posibles respuestas, incluyendo la explicativa, lo que también creo que en el fondo lo que se hace es poner a prueba algo, algo que es particular a cada alumno pero genérico para cualquier persona: la ataraxia -imperturbabilidad- o, en términos budistas, "uppekha"
Un saludo -y gracias por leerme y por tus comentarios-
Hola Juan José,
ResponderEliminarPrecisamente, el quid de la cuestión de la discusión que le comentaba a Candela es si el koan tiene una vertiente intelectual -digamos que reflexiva, que no niega lo meditativo, creo que al contrario- o solo sensorial.
Personalmente opino como tú, que también es un trabajo mental. A fin de cuentas algo aparentemente sensorial "puro" como un olor también se procesa y categoriza por la mente, es más, pienso que sin "mente" no hay sensación posible.
Un saludo -y gracias por tus comentarios-
En el fondo (en mi humilde entender) la función del koan es trascender ambas cuestiones y entrar en un proceso llamado la segunda atención. O “simplemente” algo más allá de esos sistemas comunes de percibir el mundo. Puede llevarte a pequeños satoris, tal como yo lo entiendo.
ResponderEliminarParte de tu comentario a Candela me sugiere esta reflexión “El desapego puede llevarte a la trampa de apegarte a él”. Lo obsesivo del Koan te muestra a ti no su función. El Zen y el budismo pueden desvincularse perfectamente por que el 1º puede ser una herramienta y el 2º una filosofía aun que también puede usarse como tal. Pero es como la confusión de algunos entre religión y espiritualidad.
Siento la respuesta tardía pensé que el sistema avisa automáticamente de las repuesta a los cometarios.
Un abrazo
Hola Juan José,
ResponderEliminarSí y no, desvincularse se puede desvincular el zen del budismo, pero también los ejercicios espirituales del catolicismo o el yoga del hinduismo pero ¿tiene demasiado sentido? Dejo la pregunta abierta incluso para el yoga.
Hay un budismo zen, y el zen surge de allí, si el zen puede ser una herramienta -que puede serlo, según mi opinión- el koan ¿sería una parte de la herramienta? ¿también lo podemos considerar autónomo?
El budismo tiene mucho de filosofía pero también es religión, sucede que es una religión que puede ser peculiar, Gautama no menciona nunca la existencia de un Dios, ni para confirmarla ni para descartarla, aunque la no mención me parece significativa leída por pasiva.
Coincido contigo en que religión y espiritualidad son cosas distintas, ahora bien, si me permites una pregunta ¿espiritualidad lo entenderias como una emoción más? Tal vez peculiar pero emoción.
Sí el desapego puede llevar a la trampa del apego sólo... si no se ha conseguido lo primero o se ha perdido, en un estado de ataraxia... no se puede tener apego -ni a la ataraxia misma-, y por ahí volveriamos a la lógica carrolliana, subsector "Lo que la tortuga le dijo a Áquiles" y "Los dos relojes", la primera historia habla de por dónde pueden llevar una inferencia, la segunda de adónde puede llevar una pregunta, ambas historias son trampas lógicas eso sí: implacables una vez caído en ellas.
No te preocupes por la tardanza yo también tardo en mirar los correos, además he tenido roto el ordenador unos días.
Un saludo y un placer charlar con vosotros
Hombre si tiene mucho sentido la desvinculación de técnica s como la meditación o las asanas del Yoga como de muestran diferentes estudios científicos al respecto de los beneficios a la salud física y psicológica. Los estudios en plasticidad del cerebro por parte de neurociencia también han hecho avances interesantes en los cambios positivos que se producen en el mismo con la meditación incluso a voluntad. Hay varios estudios serios al respecto muy interesantes a muchos niveles físicos químicos neuronales etc.
ResponderEliminarPor cierto la ataraxia entra en otro concepto del budismo aun que el desapego es parte de ese proceso para llegar al llamado Upeksa, nombre de ese estado similar a la ataraxia. Aun que hay un cruce de ideas convergente entre las diferentes visiones de las escuelas clásicas griegas que se acercan mucho al tema del desapego y la similitud con ataraxia.
Po cierto aun que coincido contigo que el budismo tiene también mucho de religión. No obstante muchos científicos importantes en diversas ramas también ven como una novedosa visión epistemológica las percepciones del funcionamiento de la mente y la observación del mundo y las sensaciones internas de esta doctrina. Especial mente lo escrito en el Kalama Sutta uno de los textos más antiguos del budismo y que habla de la experimentación en contra de los dogmas de fe incluso a lo dicho por el propio Gautamá.
Bueno la velocidad en responder no es lo mío ultima mente. Siento no ponerte referencias directas a las alusiones hechas en este comentario pero prefiero no hacerlas por inmediatez y sé que no tendrás problemas de encontrarlas con lo que te comento si tienes curiosidad por saber más.
Un abrazo.
Hola Juan José,
ResponderEliminarDeciamos ayer... Bueno, das tu respuesta y dices que sí tiene sentido esa desvinculación, ya sé que se puede realizar y se realiza pero sigo planteándome si tiene sentido o no el hacerlo, ¡ojo! no digo que no funcionen esas técnicas al margen del entorno que las alumbró, digo si tienen su sentido o, cuando menos, su pleno sentido, pero puedo pasarme de ortodoxo.
Cierto, no hay diferencias prácticas entre "ataraxia" y "upekkha", ambas cosas significan "imperturbabilidad" o "ecuanimidad".
Posiblemente el budismo sea una de las religiones menos religiosas y cuyos planteamientos se acercan mucho a la filosofía.
Saludos