sábado, 14 de enero de 2012

Bereshit y judaísmo



El Bereshit es un compendio, por una parte es deudor de tradiciones mesopotámicas mucho más antiguas que las hebreas -la epopeya de Gilgamesh incluida, por otra parte tiene más de una vertiente ese relato de la Creación -que en realidad son varios relatos superpuestos-.
 
Bereshit
 
Así encontramos una explicación cosmogónica y otra que alude a la etnogénesis de los hebreos, esta segunda puede observarse en el relato de Caín y Abel, a Caín se le exilia y dice "que quién lo encuentre lo matará" y por eso Elohim le da unas garantías de que eso no sucederá, ergo... se está hablando de la existencia de más personas que la descendencia de Adán, recordemos también que Caín va a Nod dónde conoce a su esposa. No es extraño que en pueblos antiguos cuando se hace una referencia al "género humano" en realidad se aluda solo a la propia etnia o comunidad, sin ir más lejos, en época ya tan avanzada como la de Justiniano, Juan Zonaras alude al "género humano" en relación a los romanos, es decir, excluye de esta categoría a todo elemento no romano.

Por otra parte, y volviendo al Bereshit y su deidad, en la formación de D_os -que no es el Dios de los cristianos- se entrecruzan diversos elementos, por una parte tenemos a Yah y su culto, por otra a El, del cual se derivará a Elohim y se identificará con Yah, la fusión de estos elementos dará lugar a la distinción de denominación entre Elohim que se interpreta como plural mayestático de D_os, y Yah que se relacionará con el Shem Hameforash y con el Tetragramaton -YHVH-, a su vez eso tiene que ver no sólo con el verbo "ser" sino, también, con el concepto de lo que "es" realmente -por eso sólo hay un posible "Yo Soy"-, a su vez se acabará por referirse a Yah como "El Nombre" -Hashem- y "El Nombre" resulta ser lo único que tiene ontología propia -no devenida-.
 
El judaísmo rabínico y la Cábala
 
Todo esto evolucionará , muy posteriormente, en la tradición rabínica hacia el judaísmo rabínico -entendiendo por éste al posterior al Segundo Templo- cuya versión mística más elaborada dará lugar a la Cábala, que se crea entre los siglos X y XII EC, es ahí dónde encontramos un esfuerzo por presentar un "corpus" que relacione toda tradición y texto a partir del canon ya establecido. Por "corpus" me refiero a la "teoría" -o teología- que vincule lógicamente todo ese bagaje, la cábala lo hace de una manera peculiar, no recurre ni al simbolismo externo ni a la literalidad estricta, hace otra cosa: bucea en la textualidad, en la forma y la semántica.
 
Por eso D_os -que no Dios- es un D_os de la semántica y eso se describe con claridad meridiana en el Sepher Yetzirah, la clave se busca en la misma forma del texto, no en lo que dice o deja de decir literalmente y lo que narra sino en como se narra, en las palabras, es, en cierto modo, una peculiar deconstrucción -que llega a su extremo en gematria, que ya por deconstruir separa letras y las vuelve a mezclar-.

“Ratzón”, bien y mal
 
Ese "corpus" teórico es el que elimina el problema del mal por un método bastante sencillo -y, por otro lado, de bastante sentido común- dice que el mal y el bien son necesarios -lo que viene a ser una manera de decir que son la misma cosa, que forman una unidad- llegando a decirse en el Zohar que el "Ángel de la Muerte" es bueno, y que la "tentación" también lo es, entre otras cosas porqué los considera un medio por el cual Elohim dota de ontología a lo humano -esa es también una de las claves del libro Iyov, no el asunto de la fe o la paciencia, Iyov pasa por lo que pasa porque el contacto con Elohim "quema" y, resulta, que ese contacto es lo único que otorga ontología al otorgar parte de la esencia de Elohim-.

Así se resuelve -o disuelve- el problema del bien y el mal -cosa que no logra hacer, o lo hace deficientemente. el cristianismo-. No es precisa una Teodicea, bien y mal son necesarios, bien y mal son la misma cosa, bien y mal residen en Elohim y, en última instancia, son emanaciones de En Sof, que es el Infinito o la voluntad -ratzón- simple.

Por otra parte resulta que la nada -ain- es algo, dicho de otra manera, el concepto de "nada" se identifica con "vacio", lo que a su vez lleva a que en la forma reside el vacio y la nada -ain-.

La luz es una emanación de En Sof pero no es En Sof, es la emanación que forma y muestra la voluntad limitada de En Sof, cuya resultante es Elohim y todo lo que depende de Elohim, sin embargo En Sof mismo es... la voluntad ilimitada, es... todo y resulta que ain -que es nada- es esencial para poder separar el Todo de la Parte, entendiendo lo primero por la voluntad ilimitada -En Sof propiamente dicho- y lo segundo por la voluntad limitada.

Pero todo este andamiaje teórico -más que doctrinal- es el que se perfila a partir del misticismo judío de la cábala, que sólo cobra sentido dentro del judaísmo rabínico -no se puede separar de él, por eso todo intento de separar la cábala de su contexto religioso solo lleva a un absurdo incomprensible, es decir, ausente de lógica interna.

En este esquema no importa que oscuridad preceda a la luz o suceda lo inverso, sencillamente porqué son la misma cosa o, dicho en otras palabras, forman parte de una unidad, no siendo en absoluto antagónicas.

 
Jorge Romero Gil

 

Bibliografía

Bar Lev, Iejiel, El canto del alma, Ediciones Obelisco, Barcelona

Biblia de Jerusalén, Edición de 1976

El Zohar, vol. I, “Hakdamá-Sección de Bereshit”, Ediciones Obelisco, Barcelona, 2006

El Zohar o El libro del esplendor, selección y edición de Gershom Scholem, Berbera Editores, México

Graves, R., Patai, R.,  Los mitos hebreos

Renán, E., Historia de las religiones. Cristianismo y judaísmo
Tanaj, versión derivada de” Westminister Leningrad Codex”  del “the Westminister Hebrew Institute”

The Babylonian Talmud, traducción M.L. Rodkinson ,1918





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