miércoles, 15 de agosto de 2012

Nazaret. La ciudad que se imaginó



Nazaret es un nombre interesante, se suele asociar a dos cosas a Jesús llamado de Nazaret y a la población de Nazaret. Lo que vamos a tratar tiene que ver con ambos, pero de entrada nos centraremos en la viabilidad del nombre Nazaret como topónimo urbano.

Con Nazaret sucede una cosa curiosa, sabemos que existe como aldea en el siglo IV EC y que es entonces cuando adquiere su fama como población de origen de Jesús de Nazaret, sabemos también que esta poblada a mediados del siglo II EC pero… sabemos también que no lo esta anteriormente. En otras palabras, no existía ni ciudad, ni población, ni siquiera aldea alguna -a lo sumo alguna granja en la zona- en el sitio de Nazaret entre los reinados de Octavio César Augusto y Tiberio César, época en la que se supone que vivió Jesús de Nazaret y en la que, según la totalidad de los evangelios canónicos –tanto los sinópticos como Juan- existía esa población y, además, siguiendo a Lucas –por ejemplo- como toda una ciudad en la que el propio Jesús tendrá sus más y sus menos con sus paisanos –o supuestos paisanos, tan supuestos como él mismo-.

Hay que decir que eso resultaría ser milagroso, al menos entre los reinados de Octavio César Augusto y Tiberio César, porque Jesús se estaría moviendo en una ciudad inexistente habitada por fantasmas o personajes imaginarios que habrían encarnado como él.

Secuencia arqueológica de Nazaret

El caso es que en el lugar que existe la actual Nazaret no hay vestigio alguno de una ciudad anterior al 135 EC, es decir, anterior a la rebelión de Bar Kobcha. Veamos cuales son los estratos que nos ofrece la Arqueología respecto a Nazaret y sus alrededores:

Mesolítico: 13 esqueletos humanos y diversos artefactos, localizados en una cueva situada en el Monte del Precipicio.

Edad de Bronce: Tres tumbas datadas entre el 2000 y el 1200 aEC, únicamente restos de cerámica funeraria.

Edad de Hierro (entre 1200 y 586 aEC): Diferentes restos cerámicos, casi todo en fragmentos, se cuentan cinco vasos, jarras y tinajas, parte del material puede ser funerario y otro no lo es. Estos restos se hallaron en cuevas y cavidades cercanas a la Iglesia de la Anunciación.

Entre el 586 y el 37 aEC: Ningún resto datado.

Entre el 37 aEC y el 70 EC: Aquí aparecen restos de lámparas funerarias, entre seis y diez lámparas de aceite en fragmentos, todas de ajuares de enterramientos. La datación puede ser la indicada pero hay ciertas dudas que podrían situar a todas o alguna de ellas en el 150 EC. Se localizaron bajo la Iglesia de la Anunciación y en grutas cercanas a ella. En el 2009 se descubre algunos restos de lo que pudiera ser una granja aislada en la zona, la datación de las estructuras es difícil pero algunos utensilios se sitúan entre el  siglo I aEC y el I EC, a inicios del siglo II EC esta estructura está fuera de uso -desaparece la granja-.

Entre el 70 y el 180 EC: Más material funerario –cuatro lámparas- y un total de tres tumbas-

Entre el 180 y el 324 EC: Siete lámparas en dos tumbas. También cerámica y fragmentos de vidrio de los siglos III y IV EC, todo ello material funerario. Aquí aparecen los restos de un edificio del período romano tardoantiguo –siglo IV EC- y una moneda romana –también del siglo IV EC-.

Los comienzos de la actual Nazaret

Tenemos pues que Nazaret es solo una población de muertos –una necrópolis- entre los siglos I aEC y el II EC y alguna posible granja -no un pueblo, menos una ciudad- . Bien ¿por qué hasta el II EC? Pues porque la Arqueología nos ofrece otra prueba que nos remite al II EC, justo tras la II Guerra Judía, en concreto se trata de una piedra de mármol hallada en la sinagoga de Cesárea Marítima que ofrece un listado de familias sacerdotales que buscan refugio tras la guerra con Adriano y los lugares dónde se ubican, entre ellos hay esta cita:

El décimo octavo curso sacerdotal (llamado) Hapizzes, relocalizado en Nazaret”

De los veinticuatro “cursos” sacerdotales que se mencionan uno de ellos, el dieciocho, se refugia en Nazaret. Que entonces era básicamente una necrópolis utilizada sobre todo por la cercana Japha. Se remueven las tumbas y se instala una aldea con los refugiados. Nazaret quedaba cerca de Sephoris pero, a la vez, estaba fuera de la mencionada ciudad, cosa que convenía a las familias sacerdotales dado que Sephoris era una ciudad gentil.

Los descendientes de esos refugiados son los que habitaban la –ahora sí- aldea –ciudad no lo era- de Nazaret cuando es “descubierta” por la topografía cristiana en el siglo IV EC. A partir de ese momento comienza una presencia cristiana alrededor del llamado “pozo de María”, localizado algo al norte de la primera aldea judía, el poblamiento cristiano acaba por imponerse al judío, aunque algunos habitantes judíos vuelven a aparecer en el valle para ser definitivamente expulsados en el siglo VII EC.

En cualquier caso Nazaret solo es habitada comunalmente a partir del siglo II EC, lo es como una pequeña aldea hasta que en el siglo IV se produce una expansión y la generación de una ciudad cristiana tras la “consagración” del lugar como el de la “ciudad originaria” de Jesús de Nazaret, quedando constituido como punto de peregrinación.

Nazaret en los evangelios

Esos son los datos de la Arqueología y la Historia, ahora bien, es fácilmente observable que estos datos no coinciden con los que ofrecen los textos básicos del cristianismo, es decir, con aquello que dicen los cuatro evangelios canónicos –unos con más y otros con menos detalle- sobre una ciudad de Galilea –y hablan de “ciudad” no de aldea o caserío- llamada “Nazaret”, especialmente el texto de Lucas se extiende al respecto. Veamos las referencias evangélicas.

En el evangelio de Mateo:

y fue a vivir en una ciudad llamada Nazaret; para que se cumpliese el oráculo de los profetas: = Será llamado Nazoreo. =” (Mateo 2:23, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976)

καὶ ἐλθὼν κατῴκησεν εἰς πόλιν λεγομένην ναζαρέτ, ὅπως πληρωθῇ τὸ ῥηθὲν διὰ τῶν προφητῶν ὅτι ναζωραῖος κληθήσεται.” (Mateo 2:23, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición)

La Biblia de Jerusalén traduce κληθήσεται por “Nazoreo” pero es muy usual utilizar la voz “Nazareno”. La palabra ναζαρέτ se traduce por “Nazaret”.

Y dejando Nazará, vino a residir en Cafarnaúm junto al mar, en el término de Zabulón y Neftalí” (Mateo 4:13, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976)

καὶ καταλιπὼν τὴν ναζαρὰ ἐλθὼν κατῴκησεν εἰς καφαρναοὺμ τὴν παραθαλασσίαν ἐν ὁρίοις ζαβουλὼν καὶ νεφθαλίμ· “(Mateo 4:13, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).

Aquí la voz ναζαρὰ es la que se traduce por “Nazará”.

Y la gente decía: «Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea.»” (Mateo 21:11, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976)

οἱ δὲ ὄχλοι ἔλεγον, οὖτός ἐστιν ὁ προφήτης ἰησοῦς ὁ ἀπὸ ναζαρὲθ τῆς γαλιλαίας.” (Mateo 21:11, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).

Ahora es el término griego ναζαρὲθ lo que se traduce por “Nazaret”.

En el evangelio de Marcos:

Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.” (Marcos 1:9, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976)

καὶ ἐγένετο ἐν ἐκείναις ταῖς ἡμέραις ἦλθεν ἰησοῦς ἀπὸ ναζαρὲτ τῆς γαλιλαίας καὶ ἐβαπτίσθη εἰς τὸν ἰορδάνην ὑπὸ ἰωάννου.” (Marcos 1:9, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).

La palabra ναζαρὲτ es la que se traduce por “Nazaret”.

En el evangelio de Lucas:

Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret” (Lucas 1:26, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976).

ἐν δὲ τῶ μηνὶ τῶ ἕκτῳ ἀπεστάλη ὁ ἄγγελος γαβριὴλ ἀπὸ τοῦ θεοῦ εἰς πόλιν τῆς γαλιλαίας ᾗ ὄνομα ναζαρὲθ” (Lucas 1:26, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).

Es ναζαρὲθ lo que se traduce por “Nazaret”.

Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David” (Lucas 2:4, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976).

ἀνέβη δὲ καὶ ἰωσὴφ ἀπὸ τῆς γαλιλαίας ἐκ πόλεως ναζαρὲθ εἰς τὴν ἰουδαίαν εἰς πόλιν δαυὶδ ἥτις καλεῖται βηθλέεμ, διὰ τὸ εἶναι αὐτὸν ἐξ οἴκου καὶ πατριᾶς δαυίδ,” (Lucas 2:4, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).

Nuevamente ναζαρὲθ es “Nazaret”.

Así que cumplieron todas las cosas según la Ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret” (Lucas 2:39, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976).

καὶ ὡς ἐτέλεσαν πάντα τὰ κατὰ τὸν νόμον κυρίου, ἐπέστρεψαν εἰς τὴν γαλιλαίαν εἰς πόλιν ἑαυτῶν ναζαρέθ.” (Lucas 2:39, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).

Vuelve ναζαρὲθ a ser “Nazaret”.

Bajó con ellos y vino a Nazaret, y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón” (Lucas 2:51, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976)

καὶ κατέβη μετ᾽ αὐτῶν καὶ ἦλθεν εἰς ναζαρέθ, καὶ ἦν ὑποτασσόμενος αὐτοῖς. καὶ ἡ μήτηρ αὐτοῦ διετήρει πάντα τὰ ῥήματα ἐν τῇ καρδίᾳ αὐτῆς.” (Lucas 2:51, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).

Otra vez ναζαρὲθ se traduce por “Nazaret”.

14 Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu, y su fama se extendió por toda la región.

15 El iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos.

16 Vino a Nazará, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura.

17 Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito:

18 = El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos =

19 = y proclamar un año de gracia del Señor. =

20 Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él.

21 Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy.»

22 Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?»

23 El les dijo: «Seguramente me vais a decir el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu patria.»

24 Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria.»

25 «Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país;

26 y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a = una mujer viuda de Sarepta de Sidón. =

27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio.»

28 Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira;

29 y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle.

30 Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó”

(Lucas 4:14-30, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976)
14 καὶ ὑπέστρεψεν ὁ ἰησοῦς ἐν τῇ δυνάμει τοῦ πνεύματος εἰς τὴν γαλιλαίαν. καὶ φήμη ἐξῆλθεν καθ᾽ ὅλης τῆς περιχώρου περὶ αὐτοῦ.
15 καὶ αὐτὸς ἐδίδασκεν ἐν ταῖς συναγωγαῖς αὐτῶν, δοξαζόμενος ὑπὸ πάντων.
16 καὶ ἦλθεν εἰς ναζαρά, οὖ ἦν τεθραμμένος, καὶ εἰσῆλθεν κατὰ τὸ εἰωθὸς αὐτῶ ἐν τῇ ἡμέρᾳ τῶν σαββάτων εἰς τὴν συναγωγήν, καὶ ἀνέστη ἀναγνῶναι.
17 καὶ ἐπεδόθη αὐτῶ βιβλίον τοῦ προφήτου ἠσαΐου, καὶ ἀναπτύξας τὸ βιβλίον εὖρεν τὸν τόπον οὖ ἦν γεγραμμένον,
18 πνεῦμα κυρίου ἐπ᾽ ἐμέ, οὖ εἵνεκεν ἔχρισέν με εὐαγγελίσασθαι πτωχοῖς, ἀπέσταλκέν με κηρύξαι αἰχμαλώτοις ἄφεσιν καὶ τυφλοῖς ἀνάβλεψιν, ἀποστεῖλαι τεθραυσμένους ἐν ἀφέσει,
19 κηρύξαι ἐνιαυτὸν κυρίου δεκτόν.
20 καὶ πτύξας τὸ βιβλίον ἀποδοὺς τῶ ὑπηρέτῃ ἐκάθισεν· καὶ πάντων οἱ ὀφθαλμοὶ ἐν τῇ συναγωγῇ ἦσαν ἀτενίζοντες αὐτῶ.
21 ἤρξατο δὲ λέγειν πρὸς αὐτοὺς ὅτι σήμερον πεπλήρωται ἡ γραφὴ αὕτη ἐν τοῖς ὠσὶν ὑμῶν.
22 καὶ πάντες ἐμαρτύρουν αὐτῶ καὶ ἐθαύμαζον ἐπὶ τοῖς λόγοις τῆς χάριτος τοῖς ἐκπορευομένοις ἐκ τοῦ στόματος αὐτοῦ, καὶ ἔλεγον, οὐχὶ υἱός ἐστιν ἰωσὴφ οὖτος;
23 καὶ εἶπεν πρὸς αὐτούς, πάντως ἐρεῖτέ μοι τὴν παραβολὴν ταύτην· ἰατρέ, θεράπευσον σεαυτόν· ὅσα ἠκούσαμεν γενόμενα εἰς τὴν καφαρναοὺμ ποίησον καὶ ὧδε ἐν τῇ πατρίδι σου.
24 εἶπεν δέ, ἀμὴν λέγω ὑμῖν ὅτι οὐδεὶς προφήτης δεκτός ἐστιν ἐν τῇ πατρίδι αὐτοῦ.
25 ἐπ᾽ ἀληθείας δὲ λέγω ὑμῖν, πολλαὶ χῆραι ἦσαν ἐν ταῖς ἡμέραις ἠλίου ἐν τῶ ἰσραήλ, ὅτε ἐκλείσθη ὁ οὐρανὸς ἐπὶ ἔτη τρία καὶ μῆνας ἕξ, ὡς ἐγένετο λιμὸς μέγας ἐπὶ πᾶσαν τὴν γῆν,
26 καὶ πρὸς οὐδεμίαν αὐτῶν ἐπέμφθη ἠλίας εἰ μὴ εἰς σάρεπτα τῆς σιδωνίας πρὸς γυναῖκα χήραν.
27 καὶ πολλοὶ λεπροὶ ἦσαν ἐν τῶ ἰσραὴλ ἐπὶ ἐλισαίου τοῦ προφήτου, καὶ οὐδεὶς αὐτῶν ἐκαθαρίσθη εἰ μὴ ναιμὰν ὁ σύρος.
28 καὶ ἐπλήσθησαν πάντες θυμοῦ ἐν τῇ συναγωγῇ ἀκούοντες ταῦτα,
29 καὶ ἀναστάντες ἐξέβαλον αὐτὸν ἔξω τῆς πόλεως, καὶ ἤγαγον αὐτὸν ἕως ὀφρύος τοῦ ὄρους ἐφ᾽ οὖ ἡ πόλις ᾠκοδόμητο αὐτῶν, ὥστε κατακρημνίσαι αὐτόν·
30 αὐτὸς δὲ διελθὼν διὰ μέσου αὐτῶν ἐπορεύετο.
(Lucas 4:14-30, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).

Aquí es ναζαρά la voz que traducida queda como “Nazará”.

En el evangelio de Juan:

45 Felipe se encuentra con Natanael y le dice: «Ese del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret.»

46 Le respondió Natanael: «¿De Nazaret puede haber cosa buena?» Le dice Felipe: «Ven y lo verás.»”

(Juan 1:45-46, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976).
45 εὑρίσκει φίλιππος τὸν ναθαναὴλ καὶ λέγει αὐτῶ, ὃν ἔγραψεν μωϊσῆς ἐν τῶ νόμῳ καὶ οἱ προφῆται εὑρήκαμεν, ἰησοῦν υἱὸν τοῦ ἰωσὴφ τὸν ἀπὸ ναζαρέτ.
46 καὶ εἶπεν αὐτῶ ναθαναήλ, ἐκ ναζαρὲτ δύναταί τι ἀγαθὸν εἶναι; λέγει αὐτῶ [ὁ] φίλιππος, ἔρχου καὶ ἴδε.” (Juan 1:45-46, Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición).
El término ναζαρὲτ es aquí “Nazaret”.
Nazaret, Nazará y Nazareno
En todos los casos tanto “Nazará” como “Nazaret” hacen en estos versículos referencia a la misma teórica población –recordemos que con categoría de “ciudad”-, en griego se usa ναζαρά para “Nazará”, y ναζαρὲτ o ναζαρὲθ para “Nazaret”. Sin embargo es otra palabra la que nos acerca a la clave del misterio y… a la demostración de la construcción del texto en distintas etapas –unas muy tardías-, se trata de κληθήσεται, que puede traducirse por “Nazoreo” o “Nazareno”, porque si κληθήσεται puede ser “Nazareno” también lo puede ser ναζαρηνέ –término que aparece, por ejemplo, en Marcos 1:24 o en Lucas 4:34-, lo mismo que ναζαρηνός –que aparece en Marcos 10:47-, sucede que ναζαρηνέ o ναζαρηνός se puede traducir por “Nazareno” o –teóricamente- desglosarse en la expresión “de Nazaret”. Y tal vez parezca lo mismo “Jesús nazareno” que “Jesús de Nazaret”, pero… resulta que no lo es, y por aquí se entiende que pasó y como, forzosamente, al menos una parte de los textos evangélicos son… del siglo IV EC, Y de paso que su contenido es de dudosa fiabilidad histórica,
La clave del significado de “nazareno” la aporta un texto gnóstico de filiación valentiniana, se trata del Evangelio de Felipe, que forma parte de la Biblioteca de Nag Hammadi y está redactado en copto, el versículo 47 dice:
Los apóstoles que nos precedieron le llamaban así: Jesús el nazareno° Mesías— es decir, Jesús el nazareno Cristo. El último nombre es Cristo, el primero es Jesús, el de en medio es [nazareno]. Mesías tiene dos significaciones: tanto ungido como medición°. Jesús en hebreo, es la salvación. Nazara es la verdad [en hebreo], por eso el nazareno es el verdadero. El Cristo es la medición, el [nazareno] y Jesús son los medidos.”
(Evangelio de Felipe, 47, Textos de Nag Hammadi)
El evangelio de Felipe se data en el siglo III EC, no deja de resultar curioso que alguien del siglo III EC este informado de los significados de los términos “Jesús”, “nazareno” y “Mesías” o “Cristo” mientras que autores supuestamente anteriores no sólo no lo saben sino que hasta embarcan al personaje en vivencias y conflictos en,,, ¡una necrópolis!
El autor del evangelio de Felipe es consciente de los significados crípticos de cada término –y obsérvese que cada uno de ellos es un título que refleja una cualidad o un conocimiento, ninguno es un nombre, ni de persona ni de topónimo-. Tenemos aquí la “salvación”, la “verdad” y la “medida” –que también unge-. También tenemos una clave: como funciona la fórmula que se construye a partir de unos títulos –que elemento mide y cuales son medidos. La resultante es que “La salvación verdadera unge” y, también, “La salvación verdadera es medida”. Lo que no tenemos es ni un nombre de persona, ni un nombre de ciudad, ni tampoco un ungido sino una unción –un acto, no una persona-. Y, todo ello, ¿quién lo explica? Pues un texto gnóstico valentiniano del siglo III EC que le enmienda la plana a los evangelistas canónicos del… siglo IV EC.
Pero no solo sucede con un texto gnóstico, también sucede con uno helenista, así la única mención que hace Celso –pese a que recoge las versiones cristianas de su época, finales del siglo II EC o principios del siglo III EC- a “nazareno” es una mención a “titulatura” o a “cualidad” no a gentilicio, es la que sigue:
¿Por qué los amenaza él, si desobedecieron sus mandamientos, de tratarlos como enemigos declarados mientras que el Hijo, el Nazareno, formula preceptos completamente opuestos…?”
(Celso, El discurso verdadero contra los cristianos, 88)
En Celso aparece frecuentemente la palabra “Jesús” –que curiosamente no aparece cuando al comienzo relata el “affaire” Ben Panthera-, una vez “Nazareno” y ninguna una supuesta población llamada “Nazaret”.
Otra posibilidad que se apunta es que si Iesous o Iosous - ησοῦς- es la transliteración al griego de Yeshúa –ישׁוע- que significa “salvador” o “salvación”, Nazoraios o Nazarenos – ναζαρηνέ- sea la transliteración al griego del hebreo “netser” o “netzer” -סניף- que significa “rama”. Lo que no dejaría de implicar otra referencia a titulatura, dado que quedaría así: “La salvación [brota] de la rama”. Y ese significado, relativamente críptico, nos lleva de vuelta al gnosticismo y sus características.
No obstante, respecto a esta interpretación hay algunas objeciones lingüísticas derivadas de la transliteración del hebreo al griego, según esto no se utiliza la zeta sino la sigma para transliterar la letra hebrea tzade.
La “hipótesis toponímica”
Si vamos a otras fuentes en busca de referencia toponímica vemos que Flavio Josefo –que fue comandante en jefe de las fuerzas judías en Galilea- menciona a la cercana Japha –a poco más de kilómetro y medio al suroeste de la actual Nazaret- pero no menciona para nada a una “Nazaret”, pese a que hace un recuento y menciona a cuarenta y cinco ciudades y pueblos de Galilea –véase Flavio Josefo, Guerra Judía, especialmente para los incidentes de Jotapata y Japha Libro III-.
El Talmud menciona a sesenta y tres ciudades de Galilea, no aparece allí Nazaret, tampoco lo hace en ninguna fuente de la literatura rabínica antigua y… tampoco la menor referencia en el Tanaj.
La primera referencia situando Nazaret como un lugar geográfica real -Orígenes había intentado desentenderse de la cuestión por la vía del lugar mítico-, viene de la mano de Eusebio de Cesárea -la misma mano que despliega tanta inventiva como desprecio a la veracidad al generar el "Testimonium Flavianum". Así, en su obra “Onomasticon” Eusebio presenta una lista geográfica de los lugares santos mencionados en la Biblia, allí aparece Nazaret. Bien, al margen de la fiabilidad de Eusebio tenemos la cronología, el santo "Padre de la Iglesia" vive en el siglo IV EC, entonces sí se podía mencionar una Nazaret.
Para “salvar” la “hipótesis toponímica” los autores cristianos se remiten constantemente a una “insignificante aldea”, pero es que eso tampoco funciona siguiendo lo que explican los textos, especialmente lo referido en el evangelio de Lucas 4:14-30, recordémoslo:
14 Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu, y su fama se extendió por toda la región.

15 El iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos.

16 Vino a Nazará, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura.

17 Le entregaron el volumen del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito:

18 = El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos =

19 = y proclamar un año de gracia del Señor. =

20 Enrollando el volumen lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él.

21 Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura, que acabáis de oír, se ha cumplido hoy.»

22 Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es éste el hijo de José?»

23 El les dijo: «Seguramente me vais a decir el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaúm, hazlo también aquí en tu patria.»

24 Y añadió: «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria.»

25 «Os digo de verdad: Muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando se cerró el cielo por tres años y seis meses, y hubo gran hambre en todo el país;

26 y a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a = una mujer viuda de Sarepta de Sidón. =

27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempos del profeta Eliseo, y ninguno de ellos fue purificado sino Naamán, el sirio.»

28 Oyendo estas cosas, todos los de la sinagoga se llenaron de ira;

29 y, levantándose, le arrojaron fuera de la ciudad, y le llevaron a una altura escarpada del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad, para despeñarle.

30 Pero él, pasando por medio de ellos, se marchó”

(Lucas 4:14-30, Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976)

¿Tenemos aquí un mero villorrio que no llega a aldea? Parece que no, tenemos una sinagoga en funcionamiento y no solo parientes –caso que sucedería en algo de las dimensiones de un caserío- sino paisanos, que no dudan en intentar despeñarle por un acantilado.

Por otra parte tanto el texto de Lucas como el de Mateo llaman “ciudad” a “Nazaret”, no hablan de ningún villorrio.

Luego lo que explica el texto no coincide en absoluto con una supuesta y minimalista aldea que, por otro lado, resulta que… tampoco aparece a través de la evidencia arqueológica, a partir de ella solo aparecen dos tipos de habitantes: los de las tumbas y los de una granja.

Conclusiones

¿Qué significado puede tener todo eso? Pues diverso. El primero es cronológico y remite a que la redacción definitiva de los cuatro evangelios canónicos forzosamente es posterior a mediados del siglo II EC y lo más probable centrada en el siglo IV EC –cuando “Nazaret” aparece en la topografía cristiana sacra-. El segundo es que los redactores de esas versiones de los evangelios canónicos ya han perdido de vista el significado de “nazareno”, al punto que lo confunden con un gentilicio cuando no lo es. El tercero es que la inclusión de las falsas referencias toponímicas que se derivan de “nazareno” muestran que la información que aparece en los evangelios canónicos no solo no es relativamente contemporánea a los supuestos relatados sino que, además, no es fiable. Cuarto, que resulta imposible mantener la hipótesis Q para los sinópticos en todo aquello que aparece “Nazaret” en cuanto ciudad y topónimo y “nazareno” entendido como gentilicio –en el mejor de los casos serían interpolaciones tardías y del todo alejadas en el tiempo-. Quinto, que si “nazareno” significa “el verdadero” y deriva de “nazara” –“la verdad”, transliteración del hebreo אמת o האמת - nos encontraríamos ante un planteamiento enteramente gnóstico –como el que muestra el valentiniano evangelio de Felipe-. Sexto, es igualmente un planteamiento gnóstico el que remite a “netser” en cuanto a título que complementa el contenido etimológico de “Yeshúa” –que también funcionaría en ese caso como título y no como nombre propio-.


Jorge Romero Gil


Bibliografía

Biblia de Jerusalén, edición en castellano de 1976

Carter, J.: Evangelios Apócrifos, Editorial Sirio, Málaga, 1996

Celso: El discurso verdadero contra los cristianos, Alianza Editorial, Madrid, 1988

Crossan, J.D.: El Jesús histórico, Editorial Emece

Josefo, F.: La guerra de los judíos, Editorial Gredos, Madrid, 2001
Textos Griegos del Nuevo Testamento, versión Nestle-Aland, 26/27 edición

 

2 comentarios:

  1. Aunque tu articulo es muy bueno, sin embargo hay algunas cosas pequeñas en las que no estoy de acuerdo.
    No se puede hablar de población de "Cristianos" puesto que los primeros Cristianos hasta mucho tiempo después de la Muerte de Yeushua, Meshiaj
    eran todos judios.... incluyendo a Maria (MIriam) los 12 apostoles, los 5000 primeros convertidos...etc. Por otro lado... cuando dices que fueron levantadas las tumbas.... eso es imposible entre judios, que aun hoy se respetan las tumbas antiguas fueran estas de judios como de gentiles. El resto es discutible pero por este medio me resulta algo dificil
    שלום

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    1. Hola,

      Gracias por tu comentario, entrando en lo que dices cuando hablo de poblaciones "cristianas" y "judías" no hago una diferenciación cultural o étnica sino religiosa, desde un punto de vista doctrinal un judío que abandona el judaísmo para abrazar el cristianismo pasa a ser cristiano, ese es el sentido diferenciador que le daba.

      Lo de las tumbas, te acepto la puntualización, solo quería indicar que en ese sitio pasa de existir solo una necrópolis a instalarse una población, como lugar había tampoco habría porque instalarse encima de las tumbas, de hecho lo más lógico es no hacerlo y hacerlo en otro lado.

      Un saludo

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